miércoles, 16 de octubre de 2013

Para mi amigo Leo


Conocí a Leonardo Valdez Esquer gracias a que Ruth D. Lechuga pensaba que buena Semana Santa se podría registrar en mi próximo documental. Inmediatamente se comunicó con Imelda de León para contactarme con él.

De ese modo preparé mi viaje para el que sería mi primer trabajo con algún grupo étnico, aunque el quehacer videográfico ya me había otorgado un par de trabajos previos, era la primera vez que observaba ese modo distinto de ver las cosas del mundo indígena.

La Casa Museo de Leonardo Valdez está ubicada en la población de Etchojoa, al sur del estado de Sonora y la primera vez que la vi me sorprendió la maravillosa colección de Arte Popular que ahí se encuentra. Quizá la más importante del norte del país (dejando abajo la pésimamente catalogada de Rafael Coronel).

Las colecciones no se hacen de la noche a la mañana, siempre hay un responsable que se encarga de adquirir los trabajos, catalogarlos y si es de la idea, compartirlo con la gente en general. Tal es el caso de Leonardo.

Toda una vida de viajar por México y con mayor mérito ya que a finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo XX mal comunicado estaban las comunidades, incluso en la actualidad, muchas lo están.

Para llegar a Olinala se debía tomar una avioneta desde Cuautla; Para llegar desde Ocumicho a Cocucho se debía rentar una mula y así cualquier cantidad de ejemplos. Por ello, podemos deducir que la persona dedicada a la recopilación de datos y de Arte Popular debe amar lo que hace.

El problema con el Arte Popular es que va desapareciendo o transformándose. Este efecto no es homogéneo, es decir, depende de la región podemos encontrar en unos lugares más trabajos tradicionales que en otros, un ejemplo de ello lo podemos notar en la región rarámuri dónde los productos industriales aún no son tan comunes (eso tan sólo en algunas sub-regiones como Tehuerichi) no se ha dejado de tejer las cobijas o elaborar instrumentos para sus fiestas; caso contrario lo tenemos en Metepec dónde prácticamente lo domina todo el árbol de la vida dejando al borde de la desaparición las alcancías, las cuadrillas, las sirenas, etc. O incluso, en casos extremos podemos percatarnos que ya desapareció completamente como por ejemplo los tambores de agua de la región lacandona.
Tener todo esto en mente es trabajo de una tesis doctoral o quizá me quede corto, más aún, es el trabajo de toda una vida. Puedo decir, sin temor a equivocarme, mi amigo Leonardo fue de las personas que más sabía sobre el tema en el planeta.

Después de mi visita a la región yoreme nació una amistad que me permitió conocer su mundo, un mundo en franco proceso de transformación en el mejor de los casos y en palabras del mismo Leonardo: El ocaso del arte popular mexicano. Ahora ya podemos ver máscaras para fieles difuntos purépechas o figuras de palo colorado seris, cosa que antes no existía y aunque algunos justifican su existencia, están completamente fuera del contexto cultural que permiten la creación del verdadero arte popular.

El arte popular mexicano no es algo que mejore con el tiempo, por el contrario: la globalización, la migración, los concursos, la desaparición de materiales tradicionales, la muerte de grandes artesanos  y no sé qué más factores hacen que sea más difícil encontrarlo.

Nos sentimos honrados de haber conocido alguien que nos guiara, y aunque es poco lo que aprendimos, nos hace valorar más lo que perdimos.

Con el fallecimiento de Leonardo Valdez prácticamente acaba una generación de grandes investigadores, hablo de Carlos Espejel, Daniel Rubín de la Borbolla, María Teresa Pomar, Ruth D. Lechuga, Donald Cordry, Henrietta Yurchenco, Raúl Hellmer y otros más.

No sólo los grandes investigadores y divulgadores han desparecido, también los grandes maestros del arte popular, entre ellos: Juan Horta (Tócuaro), Francisco Flores (Izucar), Victoriano Salgado (Uruapan), Felipa Hernández (Tlayacapan) y tantos otros.

Gracias Leo por compartir con nosotros tu mundo.

Le deseo mucha suerte a José Gil ya que ahora tiene la dirección de la Casa Museo Leonardo Valdez. Amigo que siempre estuvo al lado de Leonardo hasta el último momento. Que todos los objetivos se vuelvan realidad y sigamos divulgando la cultura de México.

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