lunes, 24 de mayo de 2010

Los tepehuanos del sur, Durango

Los Ódami - la gente - es el nombre con el que se autodenominan los tepehuanos. Ellos ocupaban la mayor parte del actual estado de Durango hasta que llegaron los europeos, quienes los separaron en dos grupos, los del norte y los del sur, los primeros habitan actualmente el estado de Chihuahua y los segundos el municipio del Mezquital al sur del estado de Durango.

El principal asentamiento tepehuano en el sur es Santa María Ocotán, este lugar se encuentra a 8 horas en camión de la ciudad de Durango y para poderlo tomar deben considerar que sólo hay 2 corridas que salen el domingo y el miércoles desde la casa de los Tepehuanos en la capital estatal (cualquier taxista la conoce) y sale a las 7:00 de la mañana, pero les recomiendo llegar un poco antes para comprar el boleto ya que si es día de fiesta corren riesgo de irse parados. No existe hospedaje y deben conseguirlo con algún indígena ofreciendo cierta cantidad (algo proporcional a una casa de huéspedes económica). El regreso del camión es el día lunes y jueves.

Podrán tomar algo de alimento en el Mezquital (a dos horas) o hasta Xoconostle (4 horas) y lo único que conseguirán son gorditas (tortillas de maíz con frijoles o rajas de chile). Lo único bueno del trayecto son los hermosos paisajes que hay por todos lados.

Les recomiendo lleven comida enlatada, ya que es malísima la comida por allá, al menos que corran con suerte y consigan algunas plantas que en ocasiones salen a buscar los lugareños a los barrancos y zonas inaccesibles. Existe un restaurante donde podrán alimentarse diario y la dueña es sumamente atenta, su esposo es el violinista de los matachines y además es artesano de palma y fabrica sus propios violines.

Por lo anterior pueden darse cuenta que sólo podrá ir el que ame la etnografía y que sepa que es posible que las cosas no salgan a la perfección, sin embargo, si les gustan las artesanías puedo decirles que es un territorio virgen para conseguirlas y que pocos visitantes van hasta allá para conseguirlas.

Son prácticamente artesanías utilitarias (que mejor) como bancos, bolsas, canastos de palma, su indumentaria, sombreros etc. recuerden que los sombreros más tradicionales son aquellos que carecen de adornos.

Nunca pagaremos lo que verdaderamente cuestan estos trabajos, por eso les recomiendo que no regateen los costos, son muchos días de trabajo.

Si van por allá les recomiendo que lo hagan cuando hay ceremoniales o fiestas, por ejemplo en semana santa, una de las más importantes, ya que desde muchos lugares de la sierra tepehuana llegan indígenas para dejar ofrendas a la capilla de Santa María Ocotán en la cima del cerro.

En dicha ceremonia verán danzas de matachines (los soldados de la virgen) los días lunes, martes y miércoles de semana santa, sólo 5 sones y sin calzón de manta, después hasta el sábado de gloria ya con su indumentaria ceremonial a base de tocados de papel de china y sus calzones de manta.

Los días jueves y viernes santo esta prohibido salir de la comunidad, aunque la actividad comercial dentro de ella sigue, por eso, en estos días sólo les quedará ver las 3 procesiones de cada día que se llevan a cabo después de colocar a cristo en el sepulcro de carrizo fabricado para tal propósito dentro de la iglesia colonial.

Estos días verán a los muchachos tepehuanos asumir el papel de judíos cuidando el santo sepulcro y además tirando flechas a un nopal, estos judíos ya no tienen otro papel más que ese, es pues un proceso en franco detrimento. Al mismo tiempo verán como existen unos mayordomos encargados de enseñar a persinarse a los infantes (de ambos sexos), me platicaron que antes eso era muy estricto ya que entraban a las casas y a punta de latigazos sacaban a los niños para ello.

No esperen mayordomías abundantes, como en Oaxaca, es poco lo que preparan y se reduce a frijoles con nopales (su situación económica es grave), sólo el sábado preparan atole y hasta el domingo algo de carne.

El sábado es un día especial ya que aparte de las danzas, las señoras entran a la iglesia para tomar los atavíos de los santos e irlos a lavar al arroyo, es la única oportunidad en el año.

Es tradicional ofrecer 5 copas de alcohol ese día (las copas pueden ser envases de pet reciclados y partidos a la mitad).

Siempre y cuando no sea ni jueves o viernes santo les recomiendo rentar una camioneta a algún tepehuano (asesórense con el gobernador tradicional) para ir y visitar las rancherías donde viven los artesanos para poder ser testigos de la elaboración, por ejemplo, el telar de cintura y la costura de sombreros tradicionales en Río Amarillo.